jueves, octubre 20, 2005

La entrada

Siempre hay un comienzo.
¿Por qué no un día de viento?

5 comentarios:

Ernesto dijo...

EL VIENTO Y LA MÚSICA


Yo siempre añoré saber música
para leer con placer y detalle
a Mozart, a Beethoven y a Revueltas
-sólo por decir unos cuantos nombres
de músicos enormes, magistrales-,
pensaba que al leer su música,
adentrarme en ese laberinto
de corcheas, fusas y semifusas,
haría más sencillo mi camino
al goce estético y ritual
de esta bellísima expresión
de augustos soñadores que, con gracia,
supieron combinar sonido y tiempo;
no aprendí a leer música, confieso,
pero aprendí a escuchar emocionado
la más dulce historia de la vida
surgida de un conjunto de instrumentos
cuyo vínculo, sepan, es el viento.

Francisco Morosini, 2001

Ernesto dijo...

Que bonitos poemas y pensamientos, me ha gustado.

Anónimo dijo...

Palabras que suenan a música...El ritmo es lo que cuenta.

Anónimo dijo...

Gracias por participar en mi blog, Ernest y Lunae. Seáis quienes seáis, vuestra opinión es importante para mí.

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog y tus poemas, estoy desando que tu libro esté en la biblioteca para sacarlo y leerlo. Me hubiese gustado dejar el comentario en la parte del museo Serralves, que esas fotos tan chulas de los árboles, la verdad, que como museo de arte contemporaneo, los árboles como piezas de arte que perduran en el tiempo son de las mejores piezas de arte que tienen, a parte de las de los niños que pasan por allí, bueno..., y otros no tan niños